domingo, 5 de septiembre de 2010

Caída

Algún día tenia que pasar, ayer (6 de septiembre) Florencia toco suelo... cuanto tiempo sería que la perdí de vista 1 minuto, quizás 30 segundos o menos... no hice mas que avanzar desde el sofá a la cocina y eche a correr el agua, cuando oí el grito mas desgarrador que había oído desde la ultima vacuna. Fue un grito largo y profundo que duro lo que me demore en llegar devuelta desde la cocina al sofá. Ahí estaba la pobre tirada de espalda junto al sofá. Justo en ese momento Jaime entraba por la puerta, tomala me indicó. La tome entre mis brazos y la puse en mi pecho para darle consuelo, por un segundo sentí ganas de llorar y un montón de pensamientos se agolparon en mi cabeza, pero no era tiempo para eso y respire hondo y trate de calmarla.

Abrazos y besos dieron resultados rápidamente casi por arte de magia cesó de llorar no había pasado mas de dos minutos desde el aterrizaje y ahí estaba en mis brazos, erguida, feliz, dándole una sonrisa al papá.

Con Jaime volvimos a ver la escena crimen, esto no había sido un intento suicida, sino mas bien un intento de voltearse, pero se encontró con que no había mas sofá, 30 cm de caída libre, afortunada como su papá, abajo la esperaba no solo una vieja alfombra peluda, sino también parte de dyne ( especie de plumón acolchado) por lo tanto el golpe no fue muy duro, pero el susto si fue grande.

me sentí culpable por haberla dejado sola en el sofá y haber ido a hacer algo que en realidad podría haber esperado, No quiero consolarme con que estas cosas pasan, pero eso si, desde ahora en adelante tendré ( mos) que poner mas atención con ella, porque mi bebé esta descubriendo el mundo y eso puede ser peligroso.


Anoche le dí mil besos,
le dije que no fue mi intención,
y dormimos en un enorme abrazo
que solo el cansacio desvaneció.

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